miércoles, 20 de febrero de 2013

Una Mala Nutrición Puede Afectar el Sueño

Investigadores hallaron que ciertos nutrientes podrían desempeñar un rol en la duración del sueño. Y también concluyeron que las personas que consumen una amplia variedad de alimentos (un indicador de una dieta saludable en general) tenían los patrones de sueño más sanos.
“Aunque muchos reconocemos inherentemente que hay una relación entre lo que comemos y cómo dormimos, ha habido pocos estudios científicos que han explorado esta conexión, sobre todo en una situación del mundo real”, comentó Michael Grandner, profesor de psiquiatría y miembro del Centro de Neurobiología del Sueño y Circadiana de la Facultad de Medicina Perelman de la universidad.
En general, sabemos que los que reportan entre siete y ocho horas de sueño por noche son los más propensos a experimentar una salud y un bienestar globales mejores, así que simplemente planteamos la pregunta de si había diferencias en la dieta entre los que reportaban unos patrones de sueño más cortos, más largos, o estándares.
Grandner y colegas analizaron datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. de 2007 y 2008, y hallaron que los que dormían poco (de cinco a seis horas por noche) consumían la mayor cantidad de calorías, seguidos de los que tenían un sueño normal (de siete a ocho horas), los que dormían muy poco (menos de cinco horas), y los que dormían mucho (nueve o más horas).
En cuanto a la ingesta de una dieta bien equilibrada, los que tenían un sueño normal consumían la dieta más variada, y los que dormían poco consumían la dieta menos variada, según el estudio, publicado en línea como adelanto de su aparición en la edición impresa de la revista Appetite.
Un sueño muy corto se asoció con una menor ingesta de una sustancia llamada licopeno (que se halla en los alimentos de color rojo y naranja, como los tomates), de carbohidratos totales y de agua de la llave. Un sueño corto se asoció con una ingesta más baja de vitamina C, agua de la llave, selenio (un mineral que se halla en los frutos secos, la carne y los mariscos) y una ingesta más alta de unos nutrientes hallados en las verduras de hojas verdes (llamados luteína y zeaxantina).
Un sueño de larga duración se asoció con una menor ingesta de una sustancia que se halla en el chocolate y el té (llamada teobromina), una grasa saturada llamada ácido dodecanoico, la colina (que se halla en los huevos y en las carnes grasas), carbohidratos totales, y una mayor ingesta de alcohol.
En general, las personas que duermen de siete a ocho horas cada noche difieren en cuanto a la dieta, en comparación con las que duermen menos o más. También encontraron que un sueño de duración corta o larga se asocia con una menor variedad de alimentos.
Grandner apuntó que esta será una importante área a explorar en un futuro, porque se sabe que un sueño de duración corta se asocia con unos malos efectos de salud, lo que incluye el aumento de peso y la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
También se sabe que las personas que duermen demasiado experimentan consecuencias negativas de salud. Si podemos determinar la mezcla ideal de nutrientes y calorías para fomentar un sueño sano, la comunidad de la atención de salud tiene el potencial de hacer una diferencia importante en la obesidad y otros factores de riesgo.
Fuente:
Perelman School of Medicine at the University of Pennsylvania
Febrero 6, 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario